CAPÍTULO 83:
-¡Lola!
-¿Sí?
-¡Baja, me voy ya!- resoplo y tiro
en la cama la camiseta del pijama que estaba a punto de guardar. ¿Para qué
quiere que baje, para ver lo feliz que está mientras se despide para ir al
aeropuerto?
Desciendo las escaleras con los
puños prietos y a un paso escandalosamente lento.
-¡Me vas a ahogar!- le doy un golpe
en la espalda. De la felicidad acumulada en su cuerpo me estrecha tanto entre
sus brazos que empieza a doler.
-Perdona- me da un beso en la
mejilla y, sonriendo se ajusta la gorra. Suspiro.
-Pásatelo bien, ¿vale? Dale muchos
besos y abrazos a mamá, dile que la quiero. Y a los chicos también abrázales de
mi parte y a Zayn.
-A Zayn no voy a darle un beso-
hace una mueca.
-Ya lo sé- me río tan sólo un
poco-. Te iba a decir que le dieras el regalo.
-Descuida. ¿Sigues enfadada
conmigo?- suspiro.
-Contigo no. No es tú culpa ser el
favorito, supongo que yo me he ganado a pulso esto.
-Bueno... yo te digo que tengas
paciencia, mejores tiempos llegarán. ¿Seguro que no quieres venir al
aeropuerto?
-No, me quedo con Lucas en casa de
baby sitter. Por lo menos él va a ser lo único bueno en esta casa ahora.
Mi padre pita desde el coche.
Cabrón.
-Vamos, ve ya.
-Cuando llegue hacemos skype,
¿vale?
-Claro- comento con la voz rota.
-Adiós guapa. No llores, por favor,
que estás todo el día llorando.
-Adiós.
-Te quiero mocosa.
-Te quiero caraculo- me saca la
lengua y se ríe, después de va corriendo y despide con la mano, a continuación
cierro la puerta.
Giro 360º sobre mis talones y miro
a la maxicosi en la que está el bebé.
-Bueno Lucas, somos los reyes de la
casa. ¿Qué quieres hacer?- le hablo como si fuera un adulto y extiende sus
brazos hacia arriba.
Lo saco de la cunita y lo pego a mi
pecho.
-Vamos a la habitación de tata Lola
para que acabe de ordenar su cuarto antes de que venga tu mamá y me regañe.
Subo las escaleras haciendo
pedorretas y otras tonterías que llaman la atención de los bebés y cuando
estamos en mi habitación lo siento en mi cama apoyado entre los numerosos
cojines dejando que mantenga por si mismo y difícilmente el equilibrio. Recojo
algunos trapos y ordeno todo lo que tenía en la encimera, es decir: bikinis,
auriculares, álbum de fotos, dos velas... El ordenador, que está en mi mesilla
de noche, empieza a sonar y reconozco perfectamente el timbre: Skype.
-Hola bebé- me siento en la cama de
golpe sin acordarme de que mi hermano pequeño estaba al otro lado.
-Hola- sonríe. Que guapo-. Estás de
muy buen humor.
-Sí, hacía tiempo que no estaba así
pero mi otro bebé y yo estamos solos y mandamos en esta casa- cojo al pequeño
en brazos y lo siento en mi regazo.
-Hola bebé- dice con un tono bobo
que me encanta. Lucas ya se ha acostumbrado a verlo y se ríe agitando sus
manitas.
-¿Cómo estás?
-Bien, ayer por fin me arreglaron
la calefacción en casa- aplaudo, ha estado desde que me fui sin calor
artificial-. Y... me he hecho otro tatuaje.
-¡¿Otro?! Chico, me voy y
aprovechas para dejarte barba, te haces más tatuajes... ¿Hay alguna más por
ahí?- bromeo.
-No, sabes que ni de broma.
-Ya lo sé, tonto. ¿Qué estabas
haciendo?
-Una paja pensando en ti- la
mandíbula no me llega hasta el suelo porque estoy sentada en la cama. Me
sorprendo ante tanta sinceridad de repente- ¿qué? Es verdad- se ríe
encogiéndose de hombros.
-No, si me lo creo. Es que me lo has soltado así de repente y me has
dejado en shock.
-Bebé, estoy falto de amor,
entiende que haga estas cosas.
-Si, sí, a ver imaginaba que lo
hacíais porque los tíos estáis todo el día dándole al tema pero al decírmelo
pues no se- me río nerviosa-.
-¿Tú no te tocas?
-¡Zayn!- exclamo con grito ahogado
y le tapo los oídos a Lucas- Pues claro que no- hace una mueca de burla.
-No te preocupes, en cuanto te
pille, te van a faltar fuerzas para respirar.
-¿Quién eres y qué has hecho con mi
Zayn?
-Pues soy el mismo- se mira de
arriba abajo- pero con falta de sexo.
-Y barba y tatuajes. ¿Tienes algún
piercing y me lo estás ocultando?
-No pero si quieres me hago uno en
la lengua- levanta las cejas-. Vale es broma- dice cuando ve mi cara.
-Pues yo quiero uno.
-¿Dónde?
-En el ombligo.
-¿Y eso?
-No se, se me acaba de ocurrir. Me
apetece, si- me levanto un poco la camiseta y me pellizco el ombligo simulando
como quedaría.
-Pues yo quiero acompañarte cuando
te lo hagas.
-A saber cuando nos vemos...-
resoplo.
-A saber... pero tu espera a que
vaya y voy contigo.
-Está bien. ¡Oye! Dentro de pocos
días es tu cumpleaños, ya serás mayor de edad.
-Sí, seré un viejete.
-Te podrán llevar a la cárcel.
-¡Oh, vamos! Gracias. Esperaba algo
más bonito como: Podrás votar, podrás conducir... no se, pero que me podrán
llevar a la cárcel, no me lo esperaba- nos reímos.
Seguimos hablando durante un buen
rato, incluso Safaa entra y también hablo con ella y me cuenta regalos ha
tenido por navidad.
-¡¿Lola?!
-Marisa, estamos en mi cuarto.
-Hola- sonríe.
-Hola.
-¿Qué tal estás?
-Bueno, bien.
-¿Has estado hablando con Zayn?
-Si, ¿Por qué?
-Se te ve de buen humor, ¿de qué
habéis hablado?- se sienta en mi cama- Perdona, no quería ser cotilla.
-No, tranquila. Le he dicho que me
quería hacer un piercing- me ahorro todos los detalles anteriores-, en el
ombligo.
-¿Así? Yo llevaba uno antes de que
me quedara embarazada. Si quieres puedo decírselo a tu padre.
-Vale, está bien. Bueno, también
quiero un tatuaje.
-Eso ya no están seguro que te deje
hacer- Lucas reclama los brazos de su madre y ésta lo coge entre ellos.
-Me quedo con que en nueve meses es
mi cumpleaños y seré mayor de edad.
-Piénsate bien lo que quieres
hacerte, que luego no te supongo pensar en que sea un error.
-No, no creo que lo sea.
Dos días después
-¡Mamá!- exclamo nada más responder
la video llamada. Está abrazando a Niall y al lado de Lucas, mi padrastro.
-Hola mi niña.
-Niall, estúpido. Hola Lucas.
-Hola Lolita- me apoda
cariñosamente.
-¿Cómo estás?- Niall, no desaprovecha ni un momento y la abraza
sonriendo como un niño pequeño.
SIGUELAAAAAA
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